sábado, 8 de noviembre de 2008

Comunicación de la ciencia



La aparición de un nuevo animal fósil conocido como gonfoterio (familia de mastodontes que vivieron en América hasta hace 10 mil años) en Valdivia esta semana hizo resurgir varios temas. Uno es que falta especialización en ciencia entre los periodistas. De hecho en las notas queda muy poco clara la diferencia entre restos arqueológicos y paleontológicos. Los primeros corresponden a herramientas o están asociados a cultura, es decir, a la existencia de humanos; en cambio los de paleontología son los restos de organismos o la actividad de ellos en su paso por la tierra y en este caso no se considera al hombre entre éstos.
El hallazgo no es más que uno de los muchos que deberían existir si hubiera científicos suficientes para tratar de encontrarlos. En Chile, hoy en día estos hallazgos son sólo fortuitos cuando los ríos dejan al descubierto restos de vidas pasadas; mientras que en países como Argentina el conocimiento, el número de expertos y la sistemática búsqueda de estos y otros animales hacen que sea mucho más prolífico.
La forma en que los restos son manejados es otro de los puntos. Nunca se avisa primero a quienes saben del tema, sino a la prensa o la policía que algunas veces desconoce el procedimiento que indica la ley 17.288 de Monumentos Nacionales. Los restos paleontológicos sólo son base de conocimiento para la ciencia si están en el sitio donde se depositaron al morir. Es decir, un fósil no aporta mucho a la ciencia si es una pieza fuera de su contexto, porque la datación química se hace en los sedimentos que la contienen y no en los restos del organismo.
Para ver detalles sobre este hallazgo y la forma en que se comunica pueden ver aquí. Si quieren conocer más de estos animales, entonces vean aquí.

No hay comentarios: